¿Cuáles son los productos de flotación para bebés?

Tanto si vas a llevar a tu bebé a la piscina o estás planeando unas vacaciones en la playa para este verano, quizá habrás comenzado ya la búsqueda de elementos de flotación para meter a tu pequeño en el agua de manera segura. Cuando éramos pequeños, el uso de flotadores y manguitos que se inflan imperaba. Sin embargo, actualmente las opciones que podrás encontrar en el mercado son infinitas y puede que te sientas un poco confundid@ acerca de su efectividad y beneficios. 

Para no extender mucho el post, me voy a centrar en los que tenemos disponibles en la tienda, que no han sido elegidos de manera aleatoria sino que todos han sido probados, cumplen con la normativa y muestran claras ventajas en cuanto a seguridad y comodidad. Empezaré describiendo lo que son accesorios o elementos de flotación para sentar la base:

Son elementos o accesorios de flotación aquellos que aportan flotabilidad al bebé o niño para que pueda disfrutar de la experiencia en el agua de manera segura aportándole total o parcial autonomía e infundándoles confianza para enfrentarse al medio acuático. No reemplazan en ningún caso a la supervisión de una persona ya que su uso requiere, en primer lugar, un periodo de adaptación y, en segundo lugar, vigilancia y apoyo por parte de un adulto.

Elegir entre chaleco, manguitos, cinturones o tablas: sus características

Chaleco: es un elemento de flotación ideal para niños que ya se mantienen de pie (de 1 año aproximadamente). Desde la Asociación Nacional de Seguridad Infantil y a través de la campaña #ojoPequealAgua de este verano, se recomienda su uso en su decálogo de seguridad infantil en el agua. Una de las mayores ventajas que se puede encontrar en este tipo de producto es que no restringe el movimiento de las brazos por lo que el bebé puede moverse con total libertad en el agua. Aunque requiere un periodo de adaptación y aprendizaje para que el bebé lo domine, permite que el niño adopte una posición de nado perfecta desde el principio. En resumen, cumple 3 funciones a la misma vez ya que le aporta flotabilidad, lo mantiene calentito y lo protege del sol.

Si ya has echado un vistazo a nuestra página, sabes que hay diferentes opciones a distintos precios por lo que te quería explicar las principales características de cada uno para ayudarte a elegir:

Manguitos: son seguros ya que no pierden su capacidad de flotación, no se salen, no se pinchan y no hay que inflarlos. Si te vas a decantar por manguitos, elígelos definitivamente de espuma de polietileno por su mayor seguridad. Lejos han quedado los manguitos de plástico que te arañaban los brazos o que duraban solo un baño y había que reemplazar en varias ocasiones a lo largo del verano. Se recomiendan a partir de un año y pueden durar hasta los 12. En comparación con el chaleco flotador, el único aspecto que podemos mencionar es que no permiten una movilidad de brazos tan fluida. Consejo: pueden resultar algo ajustados al principio por lo que se recomienda estirar un poco la goma antes de meterlos para ayudar a que den de sí. Aunque la razón no es otra más que se ajuste al brazo del niño para evitar que se salgan, ¡no queremos que le acaben apretando demasiado!

Cinturón de natación: se trata de un cinturón con 5 bloques realizados en espuma que pueden quitarse a medida que el niño adquiera habilidades y un cierre de seguridad. En este caso, su uso se recomienda a partir de los 2 años. Suele dar muy buenos resultados aunque requiere aprendizaje previo para que el niño pueda dominarlo. Sin embargo, dan la posibilidad al pequeño de coordinar sus pies y manos y moverse en distintos planos con libertad fomentando el equilibrio y potenciando la resistencia.

Tabla de natación: a diferencia de las tablas blandas, este tipo de producto permite al bebé o niño controlar mejor su cuerpo cuando está tumbado sobre ella para sentirse seguro. En este caso, yo destacaría que no se trata de un elemento de flotación independiente sino complementario para realizar juegos y relajación en el agua ya que no ofrece ninguna autonomía al bebé aunque sí contribuirá a fomentar su confianza en el medio acuático. 

No me quería despedir sin daros un último consejo que creo os ayudará a la hora de preparar a los bebés para el agua. A veces, puede que el bebé se vea aturdido en las primeras veces de uso de estos productos, bien porque no le es familiar o porque nos hemos liado al ponérselos. Por esto, papis, es recomendable: 1) estudiar el producto antes de probar a ponérselo y 2) jugar con él para así "presentárselo" y que se familiarice.

Espero que os haya resultado un post útil y podáis disfrutar del agua este verano de manera segura pero sobre todo divertida.

¡A chapotear! ;-)